Para hoy, una rica tortilla de calabacín con queso fresco. El calabacín tiene un escaso aporte calórico y no es nada graso, por lo que es un alimento muy recomendado en todo tipo de dietas. También es un vegetal ligero y fácil de digerir, por lo que su ingesta está recomendada para todo tipo de personas, bien sean niños, jóvenes o ancianos.
Repasemos algunas de las propiedades del calabacín:
Antipiréticas: es muy útil para bajar la temperatura corporal (fiebre) producto de alguna enfermedad.
Antiespasmódicas y laxantes: es muy recomendado para tratar espasmos estomacales.
Vermífugo: el calabacín está muy recomendado para aquellas personas que tengan lombrices en el intestino.
Diurético: actúa estimulando la eliminación de líquidos desde el organismo. Debido a esto es muy aconsejable su aplicación para tratar infecciones urinarias, cistitis y nefritis. De la misma forma, el calabacín ayuda a prevenir la aparición de cálculos renales.
Ingredientes:
1 cebolla
1 puerro
1 diente de ajo
1 pimiento verde grande
2 calabacines
Sal
Perejil
4 huevos
50 gr. de queso fresco de untar
Preparación:
En una sartén con aceite caliente añade la cebolla, el ajo y el pimiento verde. Deja que se dore bastante, hasta que la cebolla se torne de color dorado, incorpora el puerro picado, la sal y el perejil, remueve y deja que se termine de cocinar todo. Reserva el preparado en un bol y vuelve a añadir aceite a la sartén. Cuando esté caliente incorpora los calabacines cortados en cuadraditos pequeños y deja cocinar a fuego lento. Cuando estén hechos, vuélcalos en el bol. Bate los huevos con el queso fresco y mételos también en el bol. Luego remueve bien el contenido del bol. Por último, pon a calentar aceite en la sartén. Vierte en la misma el contenido del bol y deja cuajar. Le das la vuelta para que cuaje por el otro lado, y listo.
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