Su nombre científico es Melissa officinalis y pertenece a la familia de la menta. La melisa es una planta que se conoce desde hace más de dos mil años y desde entonces ha sido utilizada como un poderoso remedio natural para muchos males.
La melisa constituye uno de los mejores remedios contra las alteraciones del sistema nervioso, tanto en aquellas situaciones de desasosiego personal como cuando esta inquietud tiene su reflejo en alguna parte del organismo produciendo reacciones desagradables. Entre sus principales propiedades destacan:
Estrés: en situaciones de estrés personal causadas por las diversas tensiones tan habituales en la vida moderna (trabajos, problemas familiares, situaciones adversas,…), la melisa tiene la propiedad de tranquilizarnos y restaurar nuestro equilibrio personal.
Problemas de angustia personal: cuando nos encontramos angustiados, con una sensación de opresión en la boca del estómago, o parece que no encontramos solución a los problemas personales, la melisa puede ayudarnos a sentirnos más tranquilos.
Insomnio: además de tranquilizante de los nervios, la melisa tiene propiedades ligeramente narcóticas, por lo que resulta interesante cuando se tienen problemas para dormir.
Problemas físicos de la naturaleza nerviosa: son muchas las ocasiones en que un desequilibrio nervioso tiene su manifestación en el organismo produciendo alteraciones físicas. Entre las situaciones más características de origen nervioso tenemos las taquicardias o palpitaciones.
- Taquicardias: en las palpitaciones de origen nervioso la melisa tiene las propiedades de tranquilizar el músculo nervioso y restablecer el ritmo normal del corazón.
- Espasmos musculares: pueden producirse por esfuerzos físicos o simplemente tener un origen nervioso. En un caso u otro la melisa constituye un buen tónico muscular que fortifica y ayuda a relajar los músculos y evitar la aparición de nuevos espasmos.
- Su función antiespasmódica no sólo se limita a nivel de musculatura de los miembros externos. Internamente, las propiedades sedantes de esta planta pueden ser útiles para calmar los espasmos del aparato digestivo, al actuar sobre la musculatura de sus órganos.
o Malas digestiones: las infusiones de esta planta tras las comidas ayudan a digerir mejor los alimentos.
o Dolor de estómago: esto ya dentro de espasmos internos, dolor de estómago, retorcijones de origen nervioso del estómago o cólicos intestinales pueden también calmarse mediante infusiones realizadas con las flores y hojas de esta planta.
o Vómitos producidos por nervios en el estómago pueden minimizarse con ayuda de esta planta.
o Gases que producen hinchazón estomacal y malestar.
Se ha comprobado también que este mismo tratamiento es conveniente en el caso de espasmos uterinos, al ser capaz de tranquilizar la musculatura del útero, y evitar los fuertes dolores que esas contracciones involuntarias producen.
Más propiedades de la melisa:
La melisa incrementa también la producción de la bilis y eso se puede aprovechar en aquellos casos en que exista una insuficiencia biliar, que es una de las causas de las malas digestiones.
Dolor de cabeza: la melisa también se utiliza para calmar la jaqueca o dolor de cabeza, especialmente cuando ésta se manifiesta en forma de cefaleas o de migrañas.
Dolor de muelas: su efecto ligeramente narcótico sumado a sus propiedades analgésicas puede servir para adormecer o desahogar el dolor de las muelas.
Dolor de oído: igualmente útil en el caso del dolor de oído.
Mejora de las funciones cerebrales: estudios más recientes han arrojado resultados sorprendentes al descubrir que la melisa es una planta cuyos compuestos y propiedades pueden mejorar la memoria tras haber beneficiado la retención de información en estudiantes durante pruebas realizadas. Por lo tanto, la melisa es estudiada para proporcionar ayuda a males como la demencia senil y el Alzheimer.
Menstruación: otro tipo de malestar que las propiedades de la melisa pueden controlar es el probocado por la menstruación. Una infusión de la hoja y la flor de la melisa sirve para que el cuerpo regule la menstruación y disminuya sus malestares, con tan sólo ingerir una infusión puden encontrarse alivio al sílndrome premenstrual y los cólicos.
Para preparar la infusión: se coloca una cucharadita de hojas y flores de melisa en una tetera y se vierte el agua caliente, asegurándose de colocar la tapa para evitar que las propiedades de la melisa se escapen con el vapor. La infusión se deja reposar durante 5 – 10 minutos y posteriormente se sirve, endulzándola con miel, sirope o azúcar si se desea.
Primor dice
Muy completo y detallado; sirve para casi todo, por lo tanto, se podría recomendar hacer tomas, bastante frecuentes.
Saludos